Parapente en los Andes y el sorete del Cóndor

Mi video y relato de una increíble aventura adentrándome en los imponentes Andes chilenos junto a los más "duros" pilotos de cross del país andino, recibiendo palos y admirando la grandeza de las montañas.

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Adentrarse volando en parapente al interior de la cordillera de los Andes suena bien, ¡suena genial! Pero créeme, es una experiencia intensa y posiblemente uno de los desafíos deportivos más exigentes. Incluso los pilotos más rudos y experimentados comprobarán allí que sus paisajes y cañones, con sus vientos y sus correspondientes turbulencias, pueden llegar a resultar intimidantes.
Yo pude recibir mi dosis de Andes, fue apenas un “mordisquito” pero he sentido a pleno el rugido de la Pachamama. Acércate más de la cuenta a los nevados andinos y sabrás de lo que estoy hablando. He volado en casi todo el mundo y te puedo decir que, comparativamente hablando, volar en Governador Valadares (Brasil) es, por ejemplo, como un paseo romántico al atardecer. Un vuelo de XC en Piedrahita es una sesión de Spa; un día duro en Valle de Bravo es como una calistenia antes de hacer ejercicio… Si has volado en alguno de estos sitios ya te puedes ir haciendo una idea.

Volando en Farellones con el Plomo al fondo.

He tenido la suerte de volar las principales zonas de vuelo chilenas, desde Arica hasta Pucón. He competido y volado cross varias veces en la precordillera de Santiago, pero no fue hasta el año pasado que apadrinado por Julian “el Rider” hice mi primer acercamiento parapentístico a los Andes, volando en la zona de Farellones hacia el Cerro Plomo (5.435m sn/mar), el pico más alto que se puede ver desde la capital chilena. Llegué hasta los 4500m pero las nubes me impidieron sobrevolarlo. Me llevé unos cuantos palos, pero me quedé con la miel en los labios ya que me faltaron unos 7 km para decir que volé el Plomo. Y me quedé con ganas de más.

Así que este año, en nuestra clásica escapada familiar a Chile, contacté con mis amigos del Team Los Andes y el Club Chile XC, y me apunté para un par de vuelos en la zona cordillerana.
El objetivo: completar un triángulo FAI de 160 km. Este vuelo requiere internarse en Los Andes para marcar un punto en el llamado cerro Mocoen Este, un impresionante monte rojizo al este de la ciudad de los Andes y a escasos 20 km del Aconcagua.
Despegamos en la Cuesta Chacabuco, punto de inicio para impresionantes vuelos de XC que los amigos del Team Los Andes y el Club Chile XC ya conocen bien.

De Izq a der: Andrés, Pana, Huasocu, Gatta, Ruben, Rodrigo y Negrocu.

Un motivado grupo de pilotos me acompañó en este reto. Marcelo Herrera, mejor conocido como “Murdock” o “Huasocu”, fue el anfitrión y además, junto con Rodrigo Wulliamoz (Ozoku) son los poseedores del actual récord de 159 km en triángulo FAI. Contamos con la presencia de varios compañeros y destacados pilotos de XC, como Juan Pablo Gatta (el único que ha volado en biplaza en la zona), Rubén, Eduardo Franco (el ‘Negrocu’) y Andrés Vergara (el ‘Vikingo’).
Esta vez esperaba que nos acompañara ‘Pope’ Salinas, también gran conocedor de la zona, pero un contratiempo sanitario lo apartó de la jugada, aunque nos estuvo “monitorizando” e incluso hizo una transmisión en directo del desarrollo de los vuelos para los amigos, pues cuando un grupo se mete a volar XC por los Andes todos los que no pueden participar están pendientes y celebran todos los progresos.

El reto de volar XC en la imponente y masiva cordillera de Los Andes alberga toda la complejidad que te puedas imaginar.
Primero, la planificación. No es cuestión de llegar y meterse pa’dentro: hay que tener claro cuándo y cómo hacerlo. Nuevamente doy las gracias a mis colegas chilenos que me lo pusieron todo muy fácil. 

El despegue en el mirador de la Cuesta Chacabuco está limpio y ofrece un buen punto de partida para vuelos de XC, pero se suele poner muy ventoso a partir de medio día, así que no es un sitio recomendable para vuelos recreativos. Además, en la primera transición debes atravesar un corredor de avioncitos, hay que estar pendientes pues aunque vuelan en visual hay que “mirar a ambos lados antes de cruzar”.

La primera parte del vuelo hasta llegar al Cobre y el cerro la Mesa es impresionante, pero relativamente fácil y asequible. Aunque noté que aquí no se pegan mucho al relieve y tienden a buscar las térmicas más bien abiertos. Cuando llegas a la ciudad de los Andes y llega el momento de internarse en las montañas la cosa comienza a ponerse intensa.

Primero has de remontar el cerro Mocoen (no confundir con el Mocoen Este).  En mi caso, todo el vuelo se había desarrollado bastante bien, térmica potente con su toque de turbulencia, pero muy asumible. Luego me fui recorriendo el filo de la montaña en dirección al Mocoen Este y ya llegando por debajo de la cresta disfruté un rato con una suave condición, parecía una ladera de costa y hasta pensé: “al final no va a ser tan duro…”

Je je je, cómo me equivocaba. Me acercaba al punto marcado: “Mocoen Este con radio de 400” y cuando me faltaban mil metros comenzaron los palos; en ese momento lamenté no haber encendido la cámara pues me llevé palos por todos lados y, como dicen aquí: tuve que “afirmar la yegua”. Seguí avanzando unos 200m y en un momento “tranquilo”, subí las manos y rápido puse a grabar mi Gopro8. Allí comenzó la fiesta de nuevo, me puse en base de nubes y recibí turbulencias desde todos los ángulos posibles, algo bastante indescifrable. No estaba pendiente de girar, ni de subir, ni siquiera de seguir el rumbo, simplemente evitar que mi vela quedase desconfigurada. Recuerdo haber mirado que faltaban 600m para marcar la baliza, pero decidí darme la vuelta. ¡Suficiente, suficiente! El subidón de adrenalina y toda la gestión de la turbulencia me dejaron agotado. Cuando por fin salí de la zona más turbulenta tomé una barrita energética como pude y me la metí en la boca entera, casi con el envoltorio, necesitaba recobrar energías.

Algunos pensarán que es una locura volar y meterse en sitios así… para mí fue uno de los momentos más intensos de mi vida y me sentí pleno y vivo como nunca.

Comencé mi regreso esperando no tener que bregar con otras turbulencias como éstas.
Apunté hacia la siguiente baliza, pero olvidé el consejo de Murdock: –Pana, no intentes cruzar el sector de la Olla con menos de 4000 que no llegas, mejor regresa al Mocoen por delante, gana altura y haz la transición desde allí.

Inicié mi planeó con 3.500m de altura y parecía que llegaría bien, pero al llegar a los 2000m encontré un impresionante ventarrón de frente. Además vi a Rodrigo Wulliamoz pinchado en el cajón, y no tenía buena pinta. Estuvimos luchando un rato para tratar de sacarla mientras escuchaba una voz de fondo que decía: – “¡Andai como perro nuevo!” – (Murdock, diciendo que parecemos novatos). Finalmente desistimos y nos fuimos a aterrizar al sitio más amigable.
Desde luego nos habíamos quedado lejos de hacer un triángulo, pero el vuelo fue muy gratificante. He volado casi todos los tramos de este triángulo y ahora conozco la zona mucho mejor, así que el año que viene estaré más preparado para tener éxito en este reto deportivo.
Fue genial que menos de una hora después de aterrizar, todos los pilotos estábamos reunidos celebrando el post vuelo en un restaurante peruano, tomando unos ricos ceviches y unos pisco sours.

Antecedentes
Quisiera comentar algunos datos y antecedentes interesantes:
Buenos amigos como Tom Ceunen, Olympio Faisol y el “Perro” Olivares fueron pioneros en abrir rutas en parapente desde Santiago (Pirámide, Vizcachas) hacia la ciudad de los Andes (dirección norte siguiendo la cadena montañosa) y volar hasta el Cobre. Yo mismo hice un vuelo desde La Pirámide hasta Los Andes probando la BGD Base 2 en 2016. Pero eso sí, bien abierto a la precordillera. (https://www.youtube.com/watch?v=is0Hc9b2jt0)

Cristián Cid, veterano aladeltista, ha abierto unas cuantas rutas de XC en Chile

En un principio fueron los pilotos de ala delta chilenos quienes comenzaron a abrir estas rutas. Aunque actualmente hay pocos pilotos en activo, tuve la suerte de contar con la compañía de Cristián Cid, experimentado piloto de ala y miembro muy activo del Team Chile XC. El día previo al vuelo de este relato, abrió una ruta nueva hacia el Oeste.

Más recientemente, el Pope Salinas y Marcelo Herrera, el piloto local de la ciudad de Los Andes, se pusieron a tope con el XC en esa zona y comenzaron a ampliar el triángulo hacia el interior de la cordillera.

Antoine Girard, primero en sobrevolar el Aconcagua (6962m) a 7203m de altura

Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando el piloto y aventurero francés Antoine Girard visitó la zona con el Aconcagua como objetivo. Marcelo y Julian el Rider lo acompañaron volando parte de su vuelo vivac hacia el corazón de esas montañas y pudieron ver cómo Antoine se internaba en dirección al Aconcagua (6,961m), la cumbre más alta de América en la frontera entre Chile y Argentina.
Dos semanas después fueron a volar en grupo y Antoine voló un triángulo FAI de 129km, y es así como los amigos del Team Los Andes y el Club Chile XC recogieron el testigo y se embarcaron en la labor de abrir ese triángulo hasta los 159km actuales y quizas hasta los 180 y más…

Girando con Marcelo Herrera.

El día anterior al vuelo de este relato fui a volar con Marcelo Herrera, Eduardo Franco y Cristian Cid, experto piloto de ala delta.
Se esperaban desarrollos y lo cierto es que el día funcionó muy bien, pero al llegar a los Andes las nubes ya eran intimidantes y tuvimos que irnos a aterrizar.
Cristián en Cambio se devolvió e hizo un vuelo inédito y extraordinario hacia el Oeste, llegando hasta Olmué.

Turbulencias
Por lo visto parece más razonable intentar estos circuitos andinos en Noviembre-Diciembre o en Febrero, cuando la condición es más suave. Sin embargo, allí están volando prácticamente todo el verano.

Datos de mi vuelo:
Fecha: 27.01.2021
Parapente: Gin Leopard L
Silla: Advance Impress 4
Instrumento: Air 3
Duración: 3h 27m
Ascendencia máxima 10”: + 5,7 m/s
Descendencia Máxima: -3,7 m/s
Pico Ascendencia: +8 m/s
Pico Descendencia: -6 m/s
Altura Maxima: 3839

Aqui tienes el track de este humilde vuelo: https://www.xcontest.org/world/en/flights/detail:panapente/27.1.2021/15:35

Estos son los mejores vuelos en la zona realizados el 3.12.2020 :
Rodrigo Wulliamoz  Triangulo FAI 158.71 km https://www.xcontest.org/world/en/flights/detail:rodrigowv/3.12.2020/15:07#joint_flights=all

Marcelo Herrera Triangulo FAI 158,67Km
https://www.xcontest.org/world/en/flights/detail:Murdock/3.12.2020/14:12

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Daniel Crespo, "El Pana", es diseñador gráfico y comunicador especializado en parapente, paramotor y paratrike. Vuela desde 1993 y cuenta con importantes logros deportivos en ambas disciplinas. Ha sido campeón del mundo en paratrike, campeón de España de Parapente 2018, y campeón de España de Parapente biplaza en 2016 y 2018, además de miembro del equipo español de parapente y de paramotor. También fue fundador y piloto del Equipo SAT. Junto a Claudia Riquelme fundó Ojovolador.com en 2002, donde ejerce de piloto de pruebas, reportero y fotógrafo del aire.