Vivo, enérgico y eficaz, así es el BGD Base. El veterano diseñador y piloto inglés, Bruce Goldsmith, se ha dejado las cejas diseñando un parapente sofisticado, de líneas suaves y sin arrugas. Además, como toda la gama BGD, cuenta con un diseño visual rabiosamente bonito. Sí, lo confieso: me gusta este diseño, es luminoso, atractivo y, sobre todo, diferente. Cuando vuelas el Base te sientes único.
El EN B “alto” de BGD apunta al rendimiento. No es que sea difícil de volar, pero podemos decir que cede confort y suavidad en vuelo en aras de un pilotaje más sensitivo y un tacto más deportivo. Así lo pude comprobar en un vuelo de test de 80 Km en la precordillera andina, en Chile. El Base cuenta con prestaciones top y entra con holgura en el club de los parapentes EN B que planean sobre 10.
Diseño sofisticado, detalles únicos
Lo más interesante bajo mi punto de vista es el tipo de patronaje que hace BGD con tan sólo 46 cajones pero que, gracias a su diseño interior con diagonales, las mini costillas del borde de ataque y el Cord Cut Billow, consigue la limpieza de líneas equivalente al doble de cajones.
El borde de ataque con morro de tiburón es espectacular, la boca de cajón es grande pero en medio cuenta con perfil parcial con una varilla y una franja de tejido que ofrece una forma estructural como si tuviese un cajón más pero con sólo el 10% de peso. Además el extradós cuenta con el corte 3d “Cord Cut Billow” reduciendo la deformación de los cajones.
Probada en profundidad
Pude hacer varios vuelos con la BGD Base, uno de ellos con térmicas de supervivencia en condiciones invernales en Pedro Bernardo.
En este primer vuelo me sentí un poco agobiado, me costaba mantenerme y estuve un buen rato probando el mejor rango de freno para subir. Me requirió un esfuerzo de adaptación ya que con esas termiquitas rotas necesité aplicar un pilotaje técnico muy activo, variando la velocidad para ayudarme con las trepadas y la restitución de la energía de la vela, con mucho cambio de peso con el cuerpo.
El siguiente vuelo fue un XC muy especial despegando desde La Pirámide, un despegue bajo con solo unos 200m de desnivel ubicado prácticamente en mitad de la ciudad de Santiago (Chile).
Desde allí inicié la ruta por la pre-cordillera andina chilena para un bonito cross de 82Km con techo máximo a 3.000m y térmicas bien armadas de +2 a +4 m/seg. En este vuelo puede sacar lo mejor de la Base para subir. También pude hacer largas transiciones y disfrutar así de su eficiente planeo, utilizando el acelerador y sus asas en las bandas C al más puro estilo “Two Liner”.
El último vuelo con la Base fue un laderón de atardecer con varios despegues y aterrizajes, disfrutando de las suaves ascendencias para subir al máximo y después bajar haciendo barrenas, wing overs y probando alguna que otra plegada.
Inflado fácil
El inflado no presenta dificultad, sube con un gesto a las bandas y puedes graduar bien el ascenso de forma simétrica y sin demasiada viveza.
Es fácil hacerse con este parapente, ya sea con o sin viento, en general no requiere ninguna atención particular ya que el morro de tiburón hace su trabajo y el Base no tiende a adelantar.
Ya con presión y sobre la cabeza se nota una buena tensión en los frenos y cómo la fuerza de la sustentación quiere sacarte a volar.
En vuelo
La sensación de control del ala corrigiendo los vaivenes del aire son de vela intermedia, no llega a ser nerviosa pero se mueve un poco. Algunas velas clase B van solas y no dan casi trabajo, la Base no es una de esas, no es que vaya a plegar ya que la vela se mantiene sobre la cabeza, solamente se mueve y eso puede deteriorar un poco el planeo así que para dar lo mejor de sí y conseguir un vuelo fluido y eficiente, necesitas ir haciendo pequeñas correcciones y ajustes con el cuerpo y los frenos.
Giro de rendimiento
En el aire la Base avanza con elegancia y trazadas precisas, está bien diseñada para subir. Es un parapente que gira con facilidad y en condiciones potentes no ofrece ninguna dificultad para centrar los mejores núcleos. Este es un parapente EN B rapidito que tiene el mando directo y ligeramente físico pero que ofrece múltiples matices para girar más amplio o cerrado, cambiar el sentido del giro o jugar con los cambios de velocidad. El Base tiene un pilotaje que sin llegar a ser caliente se sitúa en la parte alta de la categoría Club. Puedes llevarlo suavecito o exprimir su potencial para el vuelo dinámico.
Seguridad
El pilotaje es de vela intermedia, ofrece dinamismo y respuesta directa, en turbulencia se mueve un poco y hay que pilotar, no obstante, ofrece buena solidez a las plegadas. No tuve ningún tipo de plegada fortuita en los vuelos de test.
La barrena sale bastante bien, sin “momentazo final”, se comporta bien ante las plegadas y, si no compensas, reabren rápido en menos de una vuelta.
Las sensaciones en vuelo se corresponden con lo que esperamos de un parapente homologado EN B.
Prestaciones y planeos
El planeo y la tasa de caída son los propios de los parapentes para pilotos expertos, un EN B alto, evolucionado a tope y con potencial para estar en la parte alta de la categoría Club.
El planeo está sobre los 10 Pts y el tiene un estupendo y utilizable rango de velocidades. El base cuenta con un acelerador de corto recorrido blando y fácil de pisar, que te puede llevar de los +/- 39Km/h a manos libres, hasta los +53 Km/h. A medio pedal da para para ir a todos lados con buena tasa de caída y excelente planeo. A poco que tengamos más de 10 Km/h de viento de cara, ¡el pedal a fondo!
Esta vela tiene lo necesario para sobresalir en cualquier vuelo de XC.
La construcción y los materiales, tanto de la vela como de las bandas, son de lo mejor. La Base está fabricada con diferentes tipos de tejido Dominico, el N30 para el extradós y el intradós, y D30 DFM para los paneles interiores. Cuenta con varillas de plástico en su morro de tiburón.
El suspentaje está optimizado hasta los 245 metros totales; los suspentes son con funda salvo la cascada superior.
Las bandas lucen especialmente atractivas, están fabricadas con unas cintas de 13mm de un robusto compuesto de kevlar y nylon. Las A divididas para meter orejas y marcadas en rojo, incluyen un par de poleas harken con líneas de dyneema y conector brummel para el acelerador. La banda C incluye asa para pilotar cuando vamos acelerando, y también un novedoso enganche magnético-mecánico para los puños de freno.
La parte que se conecta a la silla es estrecha pero va reforzada.
Talla y colores
La Base está disponible en cuatro tallas, desde la XS (60-80 kg) hasta la L (100-120 Kg), para satisfacer a un buen grupo de pilotos, aunque quizá vendría bien una talla más por abajo y por arriba para abarcar a los pigmeos y a los más gorditos.
Bruce ofrece 6 opciones de color, dos de ellas normalitas para los más conservadores, y otras cuatro que son explosiones de color. ¡Difícil decantarse por una!
Como diseñador gráfico que soy, encuentro que hay un trabajo de estudio de color muy meditado y además valoro lo arriesgado de esta propuesta estética. Puede decirse que en este sentido BGD es el fabricante que más ha innovado últimamente.
¿Para quién?
Esta vela deportiva es perfecta para los pilotos que han progresado con una EN B de iniciación y quieren dar un buen salto en rendimiento y sensaciones. También es muy interesante para los pilotos de XC que tienen experiencia pero que hacen pocos vuelos al año.
Conclusión
Este parapente de clase Club conjuga rendimiento y sensaciones avanzadas, pide un poco de pilotaje pero no resulta difícil de llevar y, a cambio, sube muy bien y ofrece unos planeos impresionantes. Es una herramienta de precisión para el vuelo XC y una de las velas a tener en cuenta para la competición en la clase Club.
Acá puedes ver el track del vuelo de test de XC: http://www.xcontest.org/world/en/flights/detail:panapente/13.1.2016/17:20