El 9 de diciembre en Australia, la piloto franco-japonesa cubrió esa increíble distancia en línea recta para un nuevo récord femenino de parapente, superando el vuelo de Nicole Fedele de 395 km hecho en Brasil hace algunas semanas. En el mismo vuelo Seiko también estableció un nuevo récord de distancia en línea recta a gol declarado, 366 km, y 4 días más tarde – hoy- batía la marca de distancia libre a través de 3 puntos con 378 km, en su objetivo de “tener todos los records de parapente de larga distancia del mundo”.
Seiko despegó en su parapente Ozone Enzo 2 con torno desde , en el sudeste de Australia (Nueva Gales del Sur), a las 9:11 de la mañana del miércoles 9 y aterrizó a las 20:41 después de pasar 11 horas y media en el aire.
Este es su relato del vuelo de récord:
“Este año vine a Australia por el record de distancia libre en línea recta (el actual estaba en 395 km) y la distancia a gol prefijado para la cual tenemos que declarar el gol antes del vuelo (el record actual es de 301 km). Además de todas las habilidades de vuelo que un piloto tiene que desarrollar para romper un récord, la meteo tiene la última palabra. Las condiciones ideales para este tipo de vuelo son: suficiente viento en cola para recorrer la mayor cantidad de terreno posible, ascendencias fuertes y techos altos.
Desafortunadamente, la previsión de ayer no parecía tan buena con viento suave y un poco estable para intentar romper la distancia libre en línea recta así que decidí volar para el record de distancia a gol prefijado con una distancia declarada de 366km. Así es como fue:
Tras otro despegue en torno perfecto proporcionado por mi equipo de tierra empiezo a ir hacia el oeste, encontrando viento suave del norte en mi camino. Como decían las predicciones, la base de nube es muy baja con lo cual mi velocidad de vuelo se mantiene muy lenta.
Han pasado cinco horas y yo aún no he alcanzado la marca de los 200km – en este momento mis esperanzas son bajas, no se ve prometedor alcanzar mi gol de 366 km.
De todos modos no dejo que los números me molesten y mantengo la mente en mi objetivo final. Después de luchar durante más de 4 horas me encuentro a solo 40km de meta con condiciones realmente débiles y mi cuerpo comienza a sentir la necesidad de un gran filete australiano. Trato de mantenerme en el aire aprovechando cualquier pequeña ascendencia que encuentro en mi camino y miro a mi alrededor buscando a mis mejor amigos alados en este momento crucial pero no encuentro ninguno.
De repente, ¡bingo! Una buena térmica que exprimo hasta el final y luego miro mi GPS: estoy a 10km de gol. Después de 10 horas en el aire finalmente estoy rumbo a mi destino final, ¡lo conseguí!
Llego por encima del gol casi sin energía pero con una gran sonrisa en mi cara, reviso mi altura – 1300 m sobre el suelo. Me preparo para perder altura cuando escucho a todo el equipo en la radio: Seiko ¿por qué no intentas también batir el récord de distancia libre en línea recta?
¿De verdad? Dudé por un segundo. Sé que es tarde, tengo que volar por lo menos 30 km más y necesito aterrizar como mucho 30 minutos después de la puesta de sol. Compruebo la hora y tengo menos de 30 minutos para lograr este segundo record, mi cerebro de piloto responde a la pregunta inmediatamente: ¿por qué no? ¡Vamos a por él!
Casi no hay ascendencia así que sigo volando hasta encontrar una térmica débil pero bien formada que me ayuda a conseguir altura, compruebo los números ¡y estoy a 20 km de la marca de 400 km! El planeo se ve bien, compruebo la hora ¡y creo que podría conseguirlo!
Por supuesto la vida no es tan simple, una vez que empiezo a acercarme a la distancia récord me doy cuenta que el terreno se va elevando y hay algunas colinas en mi camino. ¡Dios mío! No había planeado llegar tan lejos así que no revisé el mapa de esta zona.
Nada que hacer, ya estoy en mi planeo final así que cruzo los dedos y sigo volando con un ojo en mi GPS y un ojo en las colinas adelante. Paso la marca de 395 km, lo tengo pero ya estoy aquí ¡¡y voy por los 400 km!! ¡Vamos puedo hacerlo! En este momento estoy casi tocando los cerros, cuando no queda espacio para volar miro el GPS y veo el número mágico: 402 km.
Doy un giro y medio y aterrizo en un bonito campo en una granja.
¡Este fue un vuelo tan emocionante e inesperado! Batí dos records después de casi 11 horas en el aire. ¡No tengo ninguna duda que la última térmica que encontré en mi camino fue un regalo de Santa!
Al final estos vuelos siempre me recuerdan lo mismo: ¡Nunca te rindas!” S.F.
*La FAI ha recibido las solicitudes de records de Seiko y decidirá sobre su certificación como records del mundo de parapente oficiales pronto.
*Historia publicada en la página de Facebook de Ozone: https://www.facebook.com/ozoneparagliders/