El 25 de octubre de 2018, la piloto brasileña Marcella Uchoa hizo un increíble vuelo de 410,72 km con su parapente Ozone Enzo 3 en el noreste de su país, estableciendo tres nuevos récords del mundo femeninos: Distancia en línea recta, distancia recta a gol declarado de 377 km, y distancia libre usando hasta 3 puntos de giro de 414,5 km. Estas marcas aún están en manos de la actual campeona europea y del mundo, Seiko Fukuoka Naville, de Francia, que los reclamó en diciembre de 2015 en Australia, hasta que la FAI valide los nuevos récords de Marcella.
El equipo de la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) ha entrevistado a Marcella sobre sus 8 años de experiencia en parapente y su preparación para estos intentos de batir récords -que le reportaron otros dos vuelazos de +300km esta temporada en el nordeste brasileño (el segundo, apenas por debajo de los 400)-, entrevista que reproducimos a continuación:
Marcella, ¿qué te motivó a empezar a hacer parapente?
Hice un vuelo tándem de paracaidismo y me encanta, pero como es tan caro y en mi ciudad natal hay una comunidad de parapente, ellos me ofrecieron enseñarme gratis ya que yo era la primera chica en volar en mi ciudad. Y desde el primer momento en que levanté los pies del suelo estaba completamente enamorada.
¿Quiénes son las personas que te han inspirado en tu vida y en el deporte?
Conocí a la titular del récord mundial Kamira Pereira en 2010, cuando comencé a volar, y escuchándola hablar acerca de sus vuelos me inspiró totalmente y pensé: “Un día quiero ser la mujer que haga el vuelo más largo de la tierra”. Además, Klaudia Bulgakow y Seiko Fukuoka son mis inmensas inspiraciones.
¿Cuáles son los títulos que has conseguido antes de batir este récord?
El año pasado logré el récord femenino brasileño volando 362,4 km. En cuanto a las competiciones, tengo buenos resultados en nacionales y regionales, también en la PWC de Andradas 2017 fui la 3ª mujer.
¿Por qué decidiste batir ese récord en ese lugar en particular?
Fui invitada por el “Equipo de los titulares del Récord Mundial” (Rafael Saladini, Marcelo Prieto, Frank Brown y Samuel Nascimento) a unirme a su expedición al “Sertão “este año y ser parte de su equipo. Fue un gran sueño que se hizo realidad, sólo poder ser parte de este equipo. Como los despegues con torno se están haciendo populares (y entiendo totalmente por qué, ya que es mucho más seguro que el despegue a pie y aumenta la velocidad media del vuelo) el equipo eligió Assu, Rio Grande do Norte, para darle una oportunidad. Y parece que funcionó muy bien.
¿Qué condiciones de vuelo han hecho que este récord sea diferente del anterior?
El récord mundial femenino anterior fue de Seiko Fukuoka en Australia, 402km. Mi anterior récord personal fue de 362,4 km en Patu, Rio Grande do Norte, el año pasado, y fue el récord femenino brasileño. Las condiciones de vuelo del récord de este año fueron muy difíciles. Turbulento, azul y con una inversión térmica. El año pasado, era bastante fácil volar porque teníamos nubes durante todo el día. También, aprender a volar como un verdadero equipo, la filosofía de ayudarse unos a otros para alcanzar un objetivo común.
¿Cuánto tiempo te llevó la preparación?
Me he estado preparando durante dos años o más. Este año fue muy intensivo, ya que es mi primer año volando una vela CCC (Enzo 3), por lo que fue un gran reto prepararme para estar lista y hacer frente a las condiciones “serias” de vuelo de altura del nordeste brasileño. Afortunadamente, tuve la oportunidad de volar en PrePWC y la PWC en Turquía justo antes de ir al “Sertão “, y fue una preparación perfecta para ello.
¿Quién te ha ayudado más a prepararte?
Mi buen amigo Walter Oliveira me ayudó mucho en la preparación, volando juntos en diferentes condiciones. Rafael Saladini es mi principal entrenador, me ha enseñado todo lo que sé sobre volar en el nordeste de Brasil.
“nunca te des por vencido, cree siempre en tus sueños y haz lo que sea necesario para perseguirlos y luchar por ellos”
¿Quién trabajó contigo durante la preparación (algún equipo)?
Mi preparación fue principalmente sola, me apunté a todas las competiciones que pude para aprender a volar lo más rápido que pueda. Tuve el apoyo de la Liga Brasileña, para hacer un curso SIV e ir a las Copas del Mundo (PWC). Además, trabajé mucho para prepararme físicamente y comencé a meditar para entrenar mi mente.
¿Cuál fue el aspecto más difícil para batir este récord?
La mente desde luego. A veces es difícil mantener la calma. La rutina en el “Sertão” es muy agotadora y exigente. Por lo tanto, aprender a lidiar con nuestras emociones a través de las frustraciones es muy difícil. Tengo un buen amigo que dice: “El éxito depende de cómo manejes las frustraciones”.
Cuéntanos sobre los que te han apoyado en el camino (amigos, federación, entrenador, pilotos locales, etc.)
Como dije, Rafael Saladini es mi principal entrenador. Pero también tengo que agradecer a Cristiano Ricci (piloto top local) que me ha enseñado tanto sobre el vuelo, seguro que le debo mucho. Walter Oliveira, también piloto local, me ayudó mucho a lo largo del camino. Y la Liga Brasileña me ha apoyado. Sin mencionar a toda mi familia, que siempre me ha dado su apoyo para perseguir este sueño.
“Volar en el Sertão es una experiencia única en la vida, donde creces no sólo como piloto sino principalmente como ser humano.”
Dinos cómo fue batir esta marca. ¿Qué fue lo más difícil? ¿Decisivo? ¿Inesperado?
Las condiciones de vuelo de mi récord fueron muy difíciles. Turbulento, azul y muy desafiante. Fui la última en ser remolcada con el torno, así que volé los primeros kilómetros sola, luego pude conectar con Frank Brown y Marcelo Prieto, y más tarde nos conectamos con Samuel Nascimento y Rafael Saladini. Estaba muy, muy turbulento, no era fácil volar el Enzo S en esas condiciones, así que pude comer algo recién después de las 2 pm. Creo que no volé muy bien, siempre subo bien, pero ese día no lo pude hacer muy bien. Sólo entre las 10 y las 12pm teníamos nubes. Después de Quixeramobim, el cielo se volvió azul de nuevo y todo el vuelo tuvimos una inversión térmica que lo hacía más turbulento. Tuvimos varios remontadas desde muy bajo. Y cuando pensé que se estaba debilitando el día (incluso estaba pensando en soltar el lastre) cogimos una térmica de 8 m/s en el lado de sotavento que nos elevó como si fuéramos papeles.
Sin embargo, el final del vuelo fue extremadamente difícil, muy flojo, azul y parando en cualquier burbuja que encontrábamos en el camino. Fue muy difícil mantener la concentración después de batir el récord femenino a gol declarado en el kilómetro 377. Pero me tragué la celebración y me concentré en mi sueño principal. Estaba a 10 km del récord, a 1000m sobre el suelo. Teóricamente, yo ya sabía que iba a suceder, pero había tantos “casi”, que sólo me lo creí cuando vi el 403 aparecer en la pantalla del GPS, en ese momento lloré de felicidad, una sensación única en toda mi vida, nunca sentí una emoción tan grande como esa. Pero hasta entonces, ¡ni siquiera respiraba para no perder planeo! Jajaja.
Y todavía pude planear 7km más, totalizando 410,72 km. Despegando en Assu, en Rio Grande do Norte, navegando por todo el “Sertão” y aterrizando cerca de Tamboril en Ceará. Fueron 9 horas y 48 minutos de vuelo. ¡Qué vuelo! Si fuera fácil no sería un récord, y hacerlo en un día malo y difícil le dio un sabor aún mejor. Como dije el año pasado, no hay mayor conexión con la naturaleza que volar todo el día. Sin motor, sin nada, sólo tú, tu parapente y el viento. Despegando con el sol en la espalda y terminando el vuelo con un planeo final hacia la mejor puesta de sol del mundo, en el mejor lugar. No hay mejor sensación en el mundo. Ahí es donde estás seguro de que todo el sufrimiento vale la pena. Y con la emoción de haber batido tres récords mundiales. ¡Por supuesto, fue el mejor día de mi vida! ¡El sueño de mi vida!
¿Algún consejo para los pilotos, notas interesantes o algo de la experiencia que ganaste al romper este récord que puedas compartir?
Mi gran consejo sería nunca te des por vencido, cree siempre en tus sueños y haz lo que sea necesario para perseguirlos y luchar por ellos. El viaje nunca es fácil, pero vivirlo en cada momento lo hace más agradable. Porque a pesar de que el punto final es donde quieres estar, todo el largo y duro camino para llegar allí es lo que realmente importa si lo disfrutas. Quiero decir, incluso los vuelos malos, los días en que pinché en mitad de la nada y tuve que caminar un montón con 30 kg en la espalda en la hora más calurosa del día, valen la pena.
Valen la pena para mostrarnos lo que hicimos mal y trabajar en mejorar al día siguiente. O los días en los que aterrizas cerca de una casa de la familia más simpática y que son increíblemente cálidos y te ofrecen todo lo que tienen para hacerte sentir cómodo. Eso nos hace reflexionar si estamos siendo tan amistosos con la gente que no conocemos en nuestra vida diaria. Para mí, volar en el “Sertão” es mucho más que sólo perseguir récords mundiales, es aprender de las mejores personas en el mundo sobre preocuparse por los demás, es una experiencia única en la vida, donde creces no sólo como piloto, sino principalmente como un ser humano.
*Puedes ver el track del vuelo en www.xcontest.org/
*Entrevista publicada originalmente en https://fai.org/news/marcella-uchoa-3-record-flights-brazil
*Fotos: Marcela Uchoa / Facebook