Víctor ‘Bicho’ Carrera llega antes de las 11 de la mañana al despegue de Maitencillo (Chile) desde su casa, ubicada a apenas unas decenas de metros, por detrás de unos grandes pinos, y pone en orden su pequeña oficina abierta hacia la pista, que es también el punto de atención a pilotos y clientes de vuelos biplaza de ‘Parapente Aire Libre’, el centro de vuelo que dirige junto a su familia. Así comienza una rutina cargada de vuelos biplaza y algunos solo, que se repetirá casi cada día durante el verano y muchos fines de semana del resto del año. Hoy es un día soleado y comienza a soplar una suave brisa, apenas arrancado el año 2018, augurando un buen día de vuelo y otra buena temporada.
Detrás de su escritorio lucen varios de los trofeos conseguidos en los últimos 3 años, los que Bicho ha competido en el circuito acrobático de más alto nivel en Europa y que ya le han reportado el título de Campeón de la Copa del Mundo de Parapente Acrobático 2017 en Sincro junto al brasileño Rafael Goberna y el segundo puesto en Solo – un palmarés del que no cualquier estrella acro actual puede presumir.
Con solo 22 años, Bicho es ya un veterano en la escena parapentística chilena y el piloto que más lejos ha llegado a nivel internacional, en una meteórica carrera deportiva que despegaba recién en 2015. Muchos pilotos ‘antiguos’ lo recuerdan de niño inflando y correteando con su pequeño parapente por el despegue, controlándolo mucho mejor que pilotos hechos y derechos… Así fue desde los 3 años y mientras crecía en el despegue que gestionaba Víctor Carrera padre, uno de los pioneros del vuelo libre en esta localidad costera del centro del país Sudamericano, a unos 160 km de la capital, Santiago. Hoy, Bicho asegura que Maitencillo es una de las mejores zonas de vuelo donde aprender y practicar, pese a que sus escasos 80 metros de desnivel apenas le dejen margen para entrenar lo que más le gusta, la acrobacia radical y entuistado. “Lo bueno es que cuando aquí se acaba la temporada, empieza allá en Europa”, me explica Bicho. Allá lo espera la montaña mágica de Orgañá (España) para entrenar con buena altura y de forma intensiva junto a los mejores del mundo antes de comenzar la temporada de competiciones de alto nivel, en las que Bicho espera conseguir nuevos podios y especialmente lograr su sueño: Ser campeón del mundo de Acro en modalidad Solo.
-Bicho, ¿te criaste aquí, en Maitencillo?
Sí, soy de aquí desde que nací, y como mi padre volaba siempre he estado relacionado con este deporte. A los 3 años mi papá me regaló un parapente y empecé a practicar. No volaba, obviamente, pero jugaba en pista y aprendí a controlarlo perfectamente. Hasta que a los 11 años hice mi primer vuelo solo.
-¿Cuándo empezaste más en serio, por ejemplo, con la acrobacia?
Empecé a encontrar mi estilo de vuelo a los 14 años, que fue guiarme por la acrobacia. Hacía acrobacia, pero no en competencia sino por diversión. Hasta que en un momento, años después cuando tenía 19, yo estaba estudiando y decidí dejar la carrera que estaba estudiando, me di cuenta que no era lo que me gustaba y lo que quería hacer de mi vida. Preferí salirme y enfocar el 100% de mi tiempo en competir. Ahí fue que viajé a Europa y empecé a competir.
-¿Alguien te enseñó?
No, aprendí solo. Pero nunca fui a lo loco, desde los 11 años siempre fui paso a paso, lo fui haciendo todo super progresivo
-¿Cómo fue tu primera experiencia en la competición en serio?
Bueno, yo iba más o menos que de vacaciones como para cumplir un sueño, siempre quise ir a Europa. Y estar ahí con los chicos más pro y ver qué onda. François Ragolski, el único piloto a quien conocía de antes, fue el que me dijo allá en Europa ‘vamos, hacemos todo el circuito juntos, yo te llevo, te enseño cómo funciona’. Y bueno, entonces él me llevó por todo el circuito: Italia después Suiza, Francia… Y quedé 16 del mundo en esa temporada.
-Buen debut, ¿no?
Sí, aprendí mucho, conocí a todos los chicos, me hice amigo de todos ellos. Fue una experiencia increíble y ahí dije yo tengo que volver el próximo año. Eso fue en 2015.
-¿Cómo fue lo de llegar a la élite del acro mundial?
Yo lo siento como natural la verdad porque no es que se me haya hecho fácil pero tampoco difícil… Fue algo que siento que se fue dando de forma muy ‘en buena’ siempre rodeado de gente que me apoyó. Nunca tuve un problema, nunca me vi en situaciones difíciles y siempre lo pasé estupendo. Un sueño hecho realidad.
-¿Cómo has financiado estos viajes? No es lo mismo ir de Francia que desde Chile…
El primer año me pagué todo yo y ya al segundo año tenía unos sponsors; tengo a Ozone que me ayuda con todo el equipo y tengo a Casino en Chile. Por suerte ya estoy en una etapa en que me financian.
-¿Cómo metes el tema de la competición en tus prioridades a nivel empresarial?
Se da la suerte de que hasta el momento las competencias, como son en Europa, funcionan en la temporada opuesta. Entonces cuando es invierno y aquí no pasa mucho es fácil poder salirse del trabajo. Entonces está pintado para irse al otro continente cuando llega junio.
“Mi sueño es llegar a ser campeón del mundo en la disciplina ‘solo’ de acrobacia y de ahí ver otro camino, otra rama del parapente para no quedarme en lo mismo, me encanta la acrobacia pero también quiero explorar otros tipos de vuelo”
-¿Hay pilotos locales aquí en Maitencillo?
Hay por lo menos 10 pilotos que viven aquí todo el año y muchos vienen aquí a mi pista, nos juntamos, volamos, buena onda.
-¿Cuál es tu opinión de este lugar en particular para aprender y evolucionar en el parapente?
Maitencillo es súper especial. Cómo muchos lugares de vuelo de playa, es un sitio súper seguro, puedes volar cuando está bueno desde 11 de la mañana hasta 8 de la tarde, prácticamente todo el día para aprender es increíble. Puedes despegar fácilmente y aterrizar fácilmente. Y es un feeling el que te da aprender a jugar cerca de la pendiente que te ayuda a desarrollarte en muchas otras condiciones, por ejemplo, vienen pilotos acostumbrados a volar en cordillera y se les ve complicados con el tema del despegue porque no están acostumbrados a jugar con su vela en tierra. Lugares como este te permiten hacer eso.
-¿Y qué tan importante es jugar con la vela en tierra?
Yo creo que es de lo más importante. Por ejemplo, yo empecé a los 3 años arrastrando la vela por el suelo prácticamente. Y a los 5 ya la podía subir bien, hasta que volé solo a los 11 y no tenía mayor problema prácticamente. Luego de eso fui a Santiago a hacer mi primer vuelo térmico y me sentí súper seguro, super cómodo, no tuve complicaciones con ese tipo de vuelo, ni con el despegue ni nada. Sabes cómo se mueve la vela, todo.
“Aprender a jugar En tierra y cerca de la pendiente te ayuda a desarrollarte en muchas otras condiciones”
-En cuanto a tu estilo de vuelo, ¿cuáles son tus maniobras favoritas, lo que más te gusta hacer?
Ahora estamos con todas las maniobras en twist. Me gusta mucho hacer el Joker y el Cork. El joker es un tumbling que lo frenas justo en la primera vuelta, pasas a sat y rápidamente a helicóptero, tres maniobras en una. Es un combo súper bueno, increíble, me encanta. No es tan difícil… La verdad está bastante fácil.
-¿Lo de ir invertido te quita orientación o se aprende rápido?
Se aprende bastante rápido. Además, cuando yo estaba aprendiendo a hacer las maniobras con twist iba con mucho cuidado porque no sabía cómo podía sentir esa sensación, porque vas al revés. Pero la verdad es que vas viendo el parapente muy bien todo el rato y no me complicó para nada. De hecho, muchos dicen que está bastante natural ir en esa posición, vas viendo el parapente perfecto en todo momento, lo tienes ahí delante, no mirando hacia arriba, así que es perfecto.
-¿Cómo es el Cork?
Es saliendo con mucha energía de un giro, por ejemplo a la derecha, y empiezas a subir y en esa remontada haces como un Mystic pero más tirando a un tumbling. Y ahí conectas rápidamente a helicóptero. La encuentro genial porque es como una salida derrapada, haces un mystic con la vela abajo prácticamente y conectas a helicóptero.
-¿Qué es lo más difícil ahí? ¿Mantener la vela abierta quizás?
Sí, está difícil que las puntas no colapsen, que es típico que puede pasar porque estás haciendo una maniobra en pérdida con la vela abajo sin presión prácticamente, así que eso es lo más técnico.
-¿Dónde entrenas? Aquí no hay mucha altura…
Aquí hay 80 metros, no puedo hacer nada. Cuando hay mucho viento puedo subir a 200 metros y puedo hacer un mysti-heli, o un Mac-twist como mucho. No se da siempre tampoco. ¿Cuándo puedo entrenar? Cuando me voy a Organyà por 2 meses para luego hacer la temporada… así que no puedo entrenar mucho la verdad. En Chile solo entreno maniobras sencillas.
“La mejor forma de aprender es volando con otros pilotos que tengan un buen nivel”
-¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en la acrobacia?
En Chile hay pilotos que se interesan por hacer acrobacia, pero como no es algo tan conocido y tampoco hay un sistema de aprendizaje para la acrobacia muchos van a experimentar y en ese desconocimiento van muy rápido, y eso es lo peligroso. Siempre que alguien me pregunta y viene acá yo le ayudo, están en mi pista, yo quiero que todo funcione bien y les echo una mano, ya sea desde lo más básico hasta lo que pueda resultar con más dificultad dentro de este deporte. Entonces mi consejo sería ir siempre paso por paso. Reúnete con pilotos que ya vuelan hace tiempo, que tengan experiencia. Esa es la mejor forma de aprender: volando en grupo con otros pilotos, obviamente que tengan un buen nivel para desarrollarte con uno bueno.
-En Europa hay una buena comunidad de pilotos acro que se juntan, comparten… ¿Hay aquí otros pilotos acro?
Hay 4 o 5, pero tampoco como una comunidad, es super poco masivo esto. En Chile el parapente tampoco es un deporte muy difundido, no está tan conocido.
-¿Como se está desarrollando el parapente en Chile?
Por lo que yo veo, recién ahora se está intentando por segunda vez creo, lograr avanzar en el tema de organización. Se está intentando crear una Federación de parapente, que me parece increíble y ojalá funcione. Pero la verdad falta mucho todavía, aunque la voluntad está. De eso se están encargando los pilotos de Santiago sobre todo, que son más grandes y tienen más experiencia en el tema de organización. Yo no puedo hacer mucho ahí sino, como dicen ellos, motivar a los demás solamente.
-¿Hay pilotos que tengan un buen nivel?
Hay buenos pilotos de cross y en Iquique tenemos dos o tres pilotos que también hacen acrobacia. En el sur no tanto, pero en el centro y norte hay. Está la posibilidad de que más gente aprenda.
-¿Te gustaría impulsar el acro en Chile?
Más que el acro, me gustaría impulsar el parapente, que sea más masivo. Pero por ahora estoy en una etapa en que quiero desarrollarme como piloto con argumentos, es decir, tener buenos resultados, hacer cosas y de ahí avanzar en esa etapa que es ya ser como un embajador y desarrollador de este deporte en Chile. Todavía no me siento en esa etapa.
-¿Cuando hayas ganado el título de campeón del mundo quizás?
¡Ojalá! Ese es un buen título para poder promover con algo más fuertemente una disciplina, un deporte.
-¿Cuáles son tus planes de este año 2018, vas a hacer todo el circuito de Competición Acro?
Sí, todo el circuito y ojalá me vaya bien… aparte de eso posiblemente en octubre vamos a ir a Brasil a tratar de hacer un récord del mundo de distancia. El año pasado lo intentaron -Chrigel Maurer, por ejemplo- pero no lo lograron. La idea es ir con [Hernán] Pitocco y Félix [Rodríguez], el equipo Ozone, y dar lo mejor. A ver si nos acompaña la suerte.
-¿Cómo te ves de aquí a 10 años?
Buena pregunta, siempre me he visto más a corto plazo… Me veo haciendo otras cosas, porque no pretendo seguir en el tema de las competencias hasta que tenga 30 años, lo quiero hacer ahora que estoy más o menos jovencito -estoy cumpliendo 22 ahora el 4 de enero- y pretendo hacerlo unos cuantos años más, estar por los 28 años haciendo otras cosas. Me gustaría ser piloto de helicóptero, estar ligado al parapente pero no como atleta porque no lo voy a poder hacer al 100% cuando sea más grande, obviamente, lo voy a poder hacer pero quizás no con la misma dedicación que lo hago ahora. Entonces me gustaría desarrollarme en otras áreas del vuelo, y estudiar ahora algo de administración, negocios, esa área que es muy útil para cualquier cosa que emprendas.
-¿Te gustaría seguir con el centro de vuelo?
Sí, siempre ligado al parapente. Es un buen negocio, hay que hacerlo bien no más. Tengo la suerte de estar en un buen lugar, turístico y que funciona bien.