Más de 2 décadas y media lleva el Club Guelillas desplegando su buen hacer para recibir amigos pilotos de toda España y también del extranjero, y mostrarnos la belleza y buenas condiciones de vuelo en la más occidental de las islas canarias durante su Concentración anual. La “novedad” este año era el virus que ha trastocado nuestras vidas y que nos obliga a adaptarnos a socializar de formas diferentes, con menor cercanía física.

Un increíble número de más de 150 parapentistas y algunos acompañantes -para un total de 187 inscritos- recibían este año, junto con la habitual camiseta y buff conmemorativos de la Concentración, una bonita mascarilla higiénica. Y la bienvenida el viernes 9 de octubre por la noche, algo más fría de lo habitual, nos la daban enfermeros armados de pinchos para obtener muestras de sangre de nuestros dedos en las que buscar posibles rastros de Covid19. Afortunadamente, no hubo positivos entre los inscritos ni incidentes mayores que comentar. Eso sí, se prescindió del espectáculo para el público de otros años y los vecinos de Frontera tuvieron que conformarse con ver las acrobacias y llegadas de velas desde el exterior de la zona de aterrizaje, a la que solo podían acceder los inscritos tras desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico y dejar que les tomaran la temperatura. Tampoco hubo talleres para niños y se incidió en la importancia del distanciamiento físico y el uso de mascarillas en todo momento, tarea en la que los voluntarios del Club Guelillas se emplearon a fondo.

Las condiciones de vuelo eran favorables el sábado 10 de octubre y desde las 9 de la mañana los pilotos subían al imponente despegue de Dos Hermanas, a 1200m en la cima del gran laderón de Frontera, para los primeros vuelos del día. Para quienes no han estado nunca allí, es un despegue que te deja con la boca abierta. Un sol radiante bañaba el relieve de una luz cálida y el aire limpio nos dejaba una espectacular vista del valle del Golfo y las laderas cubiertas de bosque bajo nuestros pies. Incluso para quienes no consiguieron mantenerse mucho tiempo en el aire fue un descenso bellísimo hasta el aterrizaje de Frontera. Más tarde los despegues se trasladaban a la salida de 800m junto a la carretera y casi en la base de la nube. Como siempre, hubo toda clase de despegues pero fue una bonita mañana de vuelos y aterrizajes -o intentos- de precisión en la diana.

Oficialmente, la Concentración de este año se reducía a una manga de la Liga Canaria de Parapente y a una competición de precisión (diana), pero el vuelo recreativo fue protagonista como en años anteriores. También como en ediciones anteriores no faltaron grandes nombres de la acrobacia en parapente, como el campeón de España Yeray González, el piloto y paracaidista David Tejeiro “Malaguita”, Joseba Izaguirre, Óscar Fernández, además de los acróbatas locales, Juan Luis Morales y Renán Morales del equipo Canarias Acro Team. Como invitados especiales estuvieron también los flamantes campeones de España de Parapente de Precisión, Rafael Rosa y Cristina Fernández -junto a su compañero Boris Plamenov, con quien ganó el Campeonato de España de Biplazas como copiloto.

Esta vez, pudimos aprender alguna cosa nueva oyendo las interesantes charlas a cargo de David Tejeiro, Boris y Cristina, sobre sus experiencias resolviendo sus últimos retos: de la maniobra de infinity a salto con traje de alas, hasta el récord de España de parapente biplaza, respectivamente.

La competición

La competición de dianas fue uno de los atractivos principales de esta edición por su complejidad y el espectáculo que representa posarse allí. Además, los actuales campeones nacionales, Rafa y Cris pudieron “lucirse”. Lo de competición es un decir ya que esta “dianada” mantuvo el carácter amistoso de las anteriores ediciones y no se utilizó un reglamento complejo. Simplemente el que más dianas hiciera sería el ganador, y fue Carlos Torregosa con su Emily quien más veces atinó al centro de la particular diana de El Hierro.

El domingo, casi al atardecer se voló “in extremis” la primera manga de la Liga Canaria y la única del finde, que consistió en un recorrido por la ladera de menos de 30Km flotando a toda velocidad debajo de un espeso colchón de nubes que por momentos tapaba el despegue. Aunque no todos los pilotos se animaron a salir, los que sí lo hicieron disfrutaron de un carrerón a toda velocidad. Daniel Crespo, ganador de la manga, nos comenta que solo necesitó pararse a girar durante 1m, el resto del tiempo fue pisar el pedal a tope junto a Jonny Marsh en un adrenalínico mano a mano. Una carrera que duró menos de una hora y que no llegó a valer los 1000 puntos.

La “edición Covid19” de El Hierro mantuvo su cena de clausura -sin alcohol, eso sí- con entrega de premios a los pilotos más precisos del fin de semana, e incluso hubo animación musical a cargo de una banda local aunque manteniendo el distanciamiento y las mascarillas. Algo menos distendida pero igual de divertida que siempre, nuestra concentración favorita en España mantuvo su brillo y se despidió hasta el año que viene, si nada nos impide celebrar el vuelo por todo lo alto en la hermosa isla de El Hierro otra vez en 2021.

*Nuestros agradecimientos al Club Guelillas y todos los amigos herreños por otro gran evento.

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