El mejor “acordeón” del mundo, listos para escuchar la música del GIN Boomerang 11 🙂

Recibí la nueva vela de carreras de Gin, la Boomerang 11, el día previo al inicio del Open XC de El Yelmo 2017, una competición de vuelo de distancia que me permitiría adaptarme a las características de esta nave en un contexto competitivo “suave”, sin tener que pisar a fondo el pedal desde el primer momento, algo que me imponía bastante respeto dado que hace varias temporadas que no pilotaba un parapente de estas características.
Lo cierto es que ni hago la Copa del Mundo ni estoy en el top del ránking mundial, pero este año el Campeonato de España se hace en Pedro Bernardo, “mi casa”, así que tras ver los resultados de la Superfinal me decidí y aposté por el que me pareció, así a “ojo”, el modelo más puntero para 2017.

Detalle de los cajones del Boomerang 11

La otra opción que lógicamente valoré era el Ozone Zeno, un parapente EN D de dos bandas que pude probar unos días antes de recibir el Boomerang 11 y que, posiblemente, sea el parapente del año ya que cuenta con un equilibrio insuperable entre rendimiento y facilidad de pilotaje. Tuve la clara sensación de que el Zeno es posiblemente la mejor opción para vuelos de XC y de rendimiento en general, pero para esta temporada yo deseaba simplemente la vela más puntera y el Boomerang 11 me sedujo. Su elegancia, limpieza de líneas y unos espectaculares estabilos que le dan un toque único y exclusivo… Wow, me pedí el Boomerang 11 azul turquesa.

Remontando un +5 con el Gin Boomerang 11

Tras la PWC de Francia y la aparición del nuevo Enzo 3 las expectativas aumentaron y la pregunta que flotaba en el aire era clara ¿Boomerang 11 o Enzo 3? los resultados no dejaban nada claro, comentarios por aquí, comentarios por allá, sin embargo según mis pesquisas el balance no estaba tan claro, rendimiento similar, ¿mayor solidez en el Enzo versus más velocidad en el Boomerang 11?.

Así pues, esperé con ansia mi nuevo CCC (clase Open, según la homologación EN) que llegó justo a tiempo para unos pocos vuelos de adaptación y entrenamiento durante este Open XC de El Yelmo, antes del campeonato de España en Pedro Bernardo (18-24 de junio 2017). Durante este evento pude planear y correr junto al Enzo 2 y a un buen montón de Zenos así que aquí te dejo mis impresiones.

Asi es como mejor se aprecia la espectacular construcción interna del Boomerang 11

Sobre detalles y acabados solo decir que nunca vi un parapente tan sofisticado y lleno de detalles, su borde de ataque, sus 109 cajones y su espectacular estructura interna son impresionantes, especialmente cuando vamos volando y ves la vela a contraluz. Tiene un alargamiento de 7,91, líneas finas de aramida, suspentaje reducido en sólo 2 bandas y mini costillas en el borde de fuga. No voy a entrar en mayores detalles sino centrarme en lo que seguramente te interesa conocer: cómo se comporta este parapente y cuál es el potencial de rendimiento que puede ofrecer.

Remontando frente al Yelmo durante el Open de XC

A volar
Para la primera manga del Open estaba completamente excitado y aunque teníamos un viento muy variable en el despegue Oeste de El Yelmo, más de cola que de frente, no me lo pensé dos veces y a la primera brisita enfrentada tiré suavemente de las bandas y realicé mi primer inflado con el Boomerang 11. ¡Buen despegue! Esta vela sube ligera, bien armada y hay que anticiparse un poco cuando está fuerte. Cualquier piloto de competición con buena mano diría que tiene un buen inflado. La carrera fue de apenas tres pasos y ya en el aire procuré ser suave. Según me dijeron, el despegue fue impecable pero salí con las dos “orejitas” puestas. 

Tras el despegue y un breve momento de calma comenzó la fiesta, en efecto, estaba bastante sotaventado así que mis primeros minutos con el Boomerang 11 fueron lo que se dice bastante calientes.

La silla Woody Valey GTO X-Alps es muy reactiva y no es la mejor opción para volar una vela como ésta.

Lo primero que comprobé es que mi silla WoodyValley GTO X-Alps es demasiado reactiva así que en el primer momento que pude tire de la ventral y anule un poco el pilotaje. Ahora entiendo estos “sillones” carenados estables. El caso es que durante los primeros cinco minutos tuve como 10 plegadillas de orejas, nada del otro mundo pero estas orejillas no abren en el acto, se quedan un poco enganchadas y hace falta uno o dos “pums”, es decir, un golpe de freno seco, para abrirlas. A pesar de estos meneos enseguida me metí en el vuelo y comencé a integrarme con el Boomerang 11.

Subiendo con el Gin Boomerang 11

Esta vela es directa y muy precisa, el mando es de corto recorrido y muy sensitivo, girando en térmica pide ajustes constantes, pequeños ajustes de presión, ¡centímetros!, especialmente en el plano exterior. En este parapente nada de ponerte cómodo y sacar fotos, aquí hay que trabajar. ¡Pero qué felicidad! El Boomerang transmite muy bien, y no resulta nada complicado encontrar y aprovechar los mejores núcleos. Es además en condiciones flojas y difíciles cuando notamos el  beneficio de esta característica, la vela se mantiene sólida y con gran presión interior y, como dije, sólo los estabilos van un poco sueltos.

El giro, lo más técnico
Nunca antes había volado un parapente con tanta sensibilidad y capacidad para subir. Con el Boomerang 11 vas a poder aprovechar cada suspiro, sentirás cada burbuja y vas a ser capaz de remontar cualquier cosa aprovechable. En condiciones flojas podría ser la mejor ala, ya lo podré comprobar en los próximos días durante el Campeonato de España.
En condiciones duras y turbulentas te va a exigir un pilotaje continuo y preciso. Si te olvidas aunque sea por un segundo del plano exterior con toda certeza te vas a llevar una orejita de castigo, o más…
Pero aunque todo se esté moviendo como los mil demonios, si te implicas a fondo el Boomerang 11 se mantendrá abierto y subiendo como el amo de la térmica.

Gracias a su rapidez y solidez, este parapente corta la térmica y entra muy bien. Su sensibilidad te ofrece toda la información necesaria para elegir girar al lado bueno y comenzar a subir en modo cohete al primer intento.
Es sorprendente como un ala tan avanzada puede llegar a girar tan bien y de forma tan precisa. Para el control del giro y de la presión de cada semiplano bastan unos pocos centímetros, aunque hay que ser reactivo y proporcionado.
En cuanto al pilotaje con el cuerpo, pide muy poco y de hecho tenemos que medirnos, una ventral más abierta de la cuenta, un pequeño penduleo a destiempo y estaremos haciendo un wingover involuntario.

Velocidad, navegación y planeo
Posiblemente el aspecto más valorado en una vela de competición, el Boomerang 11 me dio la mejores sensaciones justo en este apartado. 

En transición y disfrutando del rendimiento excepcional que ofrece el nuevo CCC de Gin

Así funciona el tema utilizando los tres pedales de mi WoodyValley X-Alps: Si comparamos el vuelo acelerado con el giro, pues resulta que en vuelo recto, acelerando y navegando, el Boomerang 11, resulta mucho más “fácil” y sólido de llevar. El rango de velocidades abarca desde los 41Km/h a manos libres hasta los +67Km/h full speed.
Utilizando un toque de el primer pedal nos montamos en los 45-45 Km/h, ésta es la velocidad donde obtenemos el mejor planeo en viento 0. Así pues, salvo que estemos girando en térmica, con el Boomerang 11 hay que ir pisando SIEMPRE.
El segundo pedal es para las transiciones en velocidad, manteniendo un buen compromiso de planeo y una gran capacidad para “rebotar”. Es decir, transformar la turbulencia en remontada. Para ello utilizaremos las bolitas azules de las bandas traseras.
El tercer pedal es el arma secreta (no tan secreta) del Boo11. Si pones la vela al límite de su velocidad  vas a comprobar que posees una velocidad máxima sobresaliente, aunque según dicen se cae mucho. Bajo mi punto de vista, no se cae tanto pero sí es más exigente. Vas muy rápido y tienes que hacer un notable esfuerzo para mantener la simetría y mantener el vuelo lo más recto y performante. En este sentido es importante contar con una silla con carenado direccional y estable como puede ser el caso de la Ozone Exoceat, la Woody Valley X-Rated 7 o la inminente GIN Genie Race 4, entre otras.

Comparativamente hablando
A todas las EN D las líquida de forma dolorosa salvo al Zeno, que va muriendo poco a poco; un piloto muy bueno con Zeno puede ir salvando el vuelo pero, inevitablemente, cuando la cosa se ponga difícil para subir o toque correr, se va a ir quedando descolgado. Y es normal, ya que estamos hablando de parapentes de categorías y rendimientos diferentes. Hay que destacar que esa pequeña-gran diferencia de rendimiento, en cambio, pide un pilotaje mucho más activo en el Boomerang 11.
También pude comprobar una interesante mejora de rendimiento sobre el Boomerang 10 y el Enzo 2; subiendo no se nota tanto, pero a la hora de correr, navegar y rebotar el Boomerang 11 se va descolgando por delante.  

Preciso y exigente, así es el Gin Boomerang 11

Ajuste del ala y el suspentaje
Tras 15h de vuelo el Boomerang 11 ya mostraba una respuesta más suave, “menos seca”, se nota que toda la estructura del ala se ha acoplado y las líneas han llegado a la dimensión prevista por el fabricante. Gracias a esto y también a haberle “cogido” la mano, el último día de vuelo que también fue el más turbulento, apenas sufrí una orejita en 4 horas de vuelo, en vez de las 15 del primer día.
El Boomerang 11 viene con loops en las bandas traseras para reajustar el calado pasadas unas horas, entre 50 y 100.

Seguridad
Vivo, rápido y dinámico como pocos, el Boomerang 11 no es un parapente para ir sacando fotos, no obstante, aunque la cosa se ponga complicada, si tienes el temple y la mano que hace falta, la vela se mantendrá abierta y rindiendo a tope.

Esta es la cara que se te queda cuando vuelas con el Boomerang 11

¿Para quién?
No es una vela para presumir o volar XC, es un ala de carrera que exige concentración y pilotaje constante para sacar lo mejor de sí. Está dirigida a pilotos expertos que vuelen +100h al año y tengan muy buena mano.
El Boomerang 11 se diseñó para ganar las competiciones mas exigentes y apuntar al podium, es la punta de lanza de GIN para batir la saga de las Enzo.

Gin Boomerang 11: Una de las velas con mejor tacto y capacidad para subir y planear. Un ala ganadora.

Mi conclusión
Es una maravilla para subir, cuenta con una tasa de caída espectacular y el giro necesario para ser el más rápido subiendo y estar el más alto en el Start Point. La Boomerang 11 se mueve, es reactiva y viva, pero es una delicia y manteniendo el nivel de concentración acorde a una vela de competición de este tipo, me dio la sensación de vela ganadora 100%
y mejor aún a la hora de correr y navegar. El B11 planea y rebota como pocos. Bajo mi nuevo trapo azul talla L 105-125kg, cargado a 123kg, me siento imbatible, y eso siempre es un buen punto de partida a la hora de competir. Si no consigo los mejores resultados no será por la vela. 😉 Mis felicitaciones a Gin Seok y todo su equipo de diseño y desarrollo, han creado un ala extraordinaria. Tengo la certeza de que si este parapente llega a las manos apropiadas será fácil verlo copando los podios más importantes de todo el mundo, como ya conquistó la Superfinal en Brasil en manos de Aaron Durogati, a principios de año.

Mis vuelos con el Boomerang 11: https://www.xcontest.org/world/en/pilots/detail:panapente

+Info: http://gingliders.com/paragliders/boomerang-11/
En España: http://www.kasana.es/

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Daniel Crespo, "El Pana", es diseñador gráfico y comunicador especializado en parapente, paramotor y paratrike. Vuela desde 1993 y cuenta con importantes logros deportivos en ambas disciplinas. Ha sido campeón del mundo en paratrike, campeón de España de Parapente 2018, y campeón de España de Parapente biplaza en 2016 y 2018, además de miembro del equipo español de parapente y de paramotor. También fue fundador y piloto del Equipo SAT. Junto a Claudia Riquelme fundó Ojovolador.com en 2002, donde ejerce de piloto de pruebas, reportero y fotógrafo del aire.